Este artículo analiza cómo la infraestructura verde puede transformar la forma en la que gestionamos el agua en nuestras ciudades. Hablaremos de soluciones basadas en la naturaleza (SbN) como jardines de lluvia, pavimentos permeables, humedales artificiales, cubiertas vegetales y corredores verdes. Todas estas estrategias no solo permiten reducir el riesgo de inundaciones y mejorar la calidad del agua, sino que también aumentan la biodiversidad urbana, reducen la temperatura ambiente y mejoran la calidad de vida de la ciudadanía.
Además, abordaremos casos prácticos e implementaciones reales tanto en España como a nivel internacional, que muestran cómo estos sistemas han sido clave para regenerar barrios, controlar escorrentías urbanas y revitalizar espacios públicos. Se explorará también el impacto económico, demostrando que la infraestructura verde, al usar materiales naturales y de proximidad, no solo es más sostenible, sino también más económica a medio y largo plazo que muchas soluciones convencionales.
Por último, reflexionaremos sobre el papel fundamental que juega este tipo de infraestructura en los modelos de ciudad del futuro, destacando cómo se alinea con las políticas climáticas actuales, la economía circular y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Implementar infraestructura verde no es solo una mejora técnica: es una decisión estratégica, ética y ambiental. Es una oportunidad para reequilibrar la relación entre lo urbano y lo natural, entre el desarrollo y la regeneración. Y en esa transformación, la ingeniería regenerativa tiene mucho que aportar.